Descargando el pescado. Colección Ateneo Mercantil de Valencia
La función de las barcas pequeñas de Vela Latina, en el litoral Valenciano, y en concreto en el “Grau i el Cabanyal-Canyamelar” y en el “Grao”, según recoge el investigador y marinero Jose Huertas Morión como apoyo a las barcas grandes dedicadas a la Pesca del Bou (también de Vela Latina).
Dichas barcas “del Bou” de gran tonelaje, no podían perder el tiempo llevando la “pesca” a la orilla antes de terminar su jornada.
A continuación José Huertas Morión (1) describe la modalidad de “la Pesca del Bou” y como trabajaban “Les Barquetes” (en otro párrafo llamadas también “Les Enviades”).
Al final del párrafo hace referencia de la llegada de dichas “Barquetes” (Barca Valenciana), para entregar su pesca a las mujeres que se encargaban de llevar la pesca a Valencia al mercado. Tal y como lo refleja en sus pinturas Joaquim Sorolla.
- Jose Huertas Morión. “La Pesca del Bou, Tempestes I Naufragis” La Valencia Marítima I , Edición revisada por Josep Vicent Boira i Maiques
Por otro lado en el estudio presentado por Beatriz Galindo Fernandez y publicado por la Universidad de Valencia (Julio 2011), denominado
“DOCUMENTACIÓN Y RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO MATERIAL E INMATERIAL DE LAS SOCIEDADES PESQUERAS DEL CABANYAL DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX.
SOCIEDAD DE PATRONOS, SOCIEDAD DE OBRERO”
En su página 27 describe lo siguiente:
El escritor y columnista de Las Provincias, Teodoro Llorente Falcó en uno de sus artículos “La pesca del Bou”, recopilados años más tarde bajo el nombre de “Memorias de un Setentón”, expresa con tristeza y añoranza lo que muchos otros sienten ante la desaparición de las costumbres arraigadas a esta tradición y la curiosa manera de pescar “a la parella” o “a la vela” (2)
“La vuelta de las barcas aún producía más sensación. Acudían a presenciarla, aparte de las familias de los “boueros”, interesadas en el negocio, muchas que aún no habían dado por terminado su verano en las calles de la Reina y de San Rafael del Cabanyal, y no pocas de Valencia, todas ellas con el deseo de probar los primeros salmonetes de la temporada.
Un grupo de vendedores de pescado, con sus cestas, esperaban la llegada de les “enviaes”, barquichuelas que acercábanse a las barcazas del “bou”, les recogían el botín y lo trasladaban a la playa, donde era recibido y distribuido entre las pescadoras para la venta, después de una minuciosa selección por clases.
No tardaba en torno a cada pescadora formarse un grupo de compradores, y comenzaban los tratos los regateos, lo cual terminaba casi siempre con la pesada de una libra o dos de rojos salmonetes, frescos como una “rosa”, al decir ponderativo de las vendedoras, y que cuidadosa mente la compradora envolvía en un pañuelo o una servilleta que previsoramente llevaba. Si el “cop” de las redadas llenóse bien y de buen pescado”
(2) Llorente, 2001:371-372. Vol.1
En la siguiente foto se observan LES ENVIADES o BARQUETES (Barca Valenciana), tanto en el agua, como en la arena a la derecha con aparejo de Vela Latina. Llevaban a la arena con facilidad la pesca que habían recogido de las Barcas de los Bous. Texto de Observación: de Julio Tecles
La pesada de una libra o dos de frescos salmonetes que saltaban en las cestas de las vendedoras, las compradoras los recibían en un gran pañuelo que luego anudaban a modo de atillo, aunque las propias mujeres de los pescadores que los vendían en sus cestas, los que les quedaba, a golpe de voz, los iban ofreciendo por el barrio o por la Plaza Redonda.
Con sus faldas largas y corpiño ajustado, en ocasiones descalzas y con su cesto en el brazo.
Fuente: Texto de Amparo Zalve Polo, Fotos del Archivo Municipal según el Blog de Julio Cob